La observación a resolución atómica de una enzima encontrada sólo en el ojo le ha dado a unos investigadores en la Universidad de Washington una pista sobre cómo es activada esta enzima fundamental para la visión. La enzima, PDE6, es de vital importancia para la manera en que la luz que llega a la retina es convertida en una cascada de señales dirigidas hacia el cerebros.
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Esta forma particular de la enzima proviene de los conos fotorreceptores de la retina y no ha sido investigada de manera detallada, a diferencia de lo que se ha hecho con su forma proveniente de los bastoncillos. Los bastoncillos están involucrados en la visión nocturna y en la sensación de movimiento. Los conos son responsables de la sensibilidad a los colores, la agudeza visual, la visión diurna y el acomodamiento a la luz brillante.
La sección molecular de la enzima que más interesa a los investigadores es el llamado dominio GAF A. Una pequeña molécula mensajera, la cGMP, se une con una sensibilidad extraordinariamente elevada al dominio GAF A para regular a esta enzima.
Clemens Heikaus, de la Universidad de Washington, y Sergio E. Martínez, que ahora trabaja como investigador en la Universidad Rutgers, realizaron este estudio.
A partir de sus observaciones, los investigadores han deducido el motivo de esa afinidad entre el dominio GAF A y la molécula cGMP, y que no se da entre tal dominio y otras moléculas mensajeras. El dominio reconoce y responde con notable rapidez a la molécula mensajera para crear un flujo instantáneo de información hacia el cerebro.
Empleando cristalografía de rayos X y resonancia magnética nuclear, los investigadores han descubierto que la enzima sufre cambios estructurales importantes cuando se enlaza con la molécula cGMP.
Antes de que se lleve a cabo este enlace, el dominio GAF A es como una mano con la palma extendida y los dedos agitándose. Después de que la molécula de cGMP se enlaza, el dominio GAF se cierra y se vuelve menos dinámico. En este estado se parece más a un puño cerrado.
El posterior análisis de las consecuencias de este cambio puede conducir a una mejor comprensión de cómo el fotorreceptor PDE ayuda a regular la ruta de las señales que nos permiten ver, y también podría aportar información general sobre las proteínas con dominios GAF.