Tras conocer ayer la noticia de los problemas en los nuevos chipsets Cougar Point de Intel, parece que poco a poco vamos teniendo más claro las causas de este problema que podría acarrear al gigante de los microprocesadores unas pérdidas de nada menos que 300 millones de dólares.
Desde AnandTech siguen investigando el problema, y han decidido llamar a la propia Intel para conocer de primera mano los orígenes del error, una falla que finalmente parece producirse por un exceso de voltaje de uno de los transistores del controlador. En principio, los dos puertos de placa con conexión a 6 Gbps no estarían afectados, pero el resto con 3 Gbps de transferencia provocarían desconexiones y en definitiva, un mal funcionamiento del sistema.
Intel ya ha comenzado con el programa de reparación y sustitución para lo 8 millones de chipsets enviados, una acción con la que ha estimado unos gastos de nada menos que 700 millones de dólares.