En Estados Unidos, Sony y LG están en guerra. De hecho, LG ha pedido específicamente a la International Trade Commission (ITC), organismo encargado de supervisar las políticas comerciales estadounidenses, que se paralicen las ventas de televisores Sony Bravia y consolas PS3 hasta que no se resuelva el conflicto que tienen ambas empresas.
¿Y cuál es el problema? Pues el de las famosas patentes. Según LG, los receptores HD de Sony infringen cuatro que, aseguran, son de su propiedad, y el lector Blu-ray de PlayStation 3 infringe otras cuatro. Todo esto parece un movimiento de respuesta de LG, pues fue Sony quien empezó con el contencioso, después de que el pasado 28 de diciembre llevara ante el ITC a LG porque, según ellos, los móviles LG Neon, Remarq, Rumor 2 y Xenon disponían de tecnologías que eran de su propiedad.
El mercado estadounidense supone para ambas compañías el 20% del total de sus ventas, así que se trata de un asunto delicado para las dos. Muy posiblemente todo acabe en un acuerdo extrajudicial, tal y como hemos visto en otras ocasiones, de forma que todos podrán seguir comerciando libremente.