Una millonaria subasta de licencias para operar telefonía móvil de tercera generación (3G) en Brasil terminó el jueves con una oferta total de 5.338 millones de reales (unos 2.000 millones de euros), informó la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
Las principales operadoras de telefonía móvil en Brasil disputaron las principales zonas de actuación del país: Vivo (controlada por los Grupos Portugal Telecom y Telefónica Móviles de España), TIM (Telecom Italia), Claro (del mexicano Telecom Américas, que integra América Móvil) y Oi (grupo brasileño Telemar).
Otras cuatro operadoras participaron de la subasta, que duró tres días.
En promedio, las operadoras ofrecieron pagos un 86,67% superiores al precio mínimo de las 36 áreas subastadas desde el martes y que deberán dar cobertura a todo el país.
Antes del inicio de las negociaciones, el presidente de Anatel, Ronaldo Sardenberg, había dicho a la prensa que la entidad especulaba una oferta de aproximadamente el 25%.
La tecnología 3G se caracteriza por la alta velocidad en la transmisión de datos, que permite servicios como videollamadas y transmisión de vídeo de alta definición, además de acceso rápido a internet desde aparatos de telefonía móvil.