Una nueva generación de pantallas extrafinas y que ahorran energía se está abriendo camino en el mercado, alargando la vida de las baterías hasta nuevos límites, por lo que quizá representarán un día un reto a las LCD, que engullen energía.
Las nuevas pantallas que emiten su propia luz están tomando el relevo de los rivales de cristal líquido - que requieren una potente retroalimentación - proporcionando imágenes de vídeo más brillantes para los smartphones, consolas de videojuegos y reproductores de medios portátiles.
Pero los observadores de la industria dice que faltan años antes que de que emerja un claro ganador, si lo hace alguno, en la lucha por suceder al LCD.
El diodo orgánico de emisión de luz (OLED, por sus siglas en inglés) y las tecnologías biestables son los rivales más probables del LCD.
Una pantalla OLED usa hasta un 40 por ciento menos de potencia que una LCD comparable y podría ser la mitad de delgada debido a que no necesita retroalimentación.
Estas tecnologías ya se usan en dispositivos portátiles más pequeños, como los reproductores de música de Samsung Electronics y Reigncom y en un delgado teléfono de Kyocera.
Y Sony planea vender televisiones de pequeño tamaño usando OLED este año.
"En los dispositivos de mano, la pantalla consume la mayoría de la energía. Se trata todo de energía y quizá después de brillo", dijo el analista de Lehman Brothers James Kim en Corea del Sur.
Los analistas apuestan por que el iPhone de Apple, lanzado el viernes en Estados Unidos, puede acabar usando pantallas que ahorren energía, como las OLED, dada la corta vida de la batería en sus modelos piloto con pantallas LCD.
"Tiene sentido (que Apple) se mueva a las pantallas OLED. Están trabajando para mejorar el asunto de la batería", dijo Kim Woon-ho, analista de Prudential Investment & Securities.
Apple no estuvo disponible inmediatamente para comentar la información.