La idea que tenía Power Play, fabricante de las Riiflex, consistía en vender accesorios de excelente calidad, "aunque eso signifique un precio más elevado" (palabras de Paul Holcomb, CEO de la compañía).
Resulta que su iniciativa ha sido casi imposible de traer a la práctica porque las tiendas prefieren vender "tonterías de plástico barato en vez de productos de gama alta" porque obtienen mejores ganancias con los primeros.
Holcomb además se queja de que las compañías de periféricos actuales tienen tratos con distribuidores y tiendas que hacen que sea imposible que nuevas entidades entren al mercado.
Nuestros compañeros de Joystiq recibieron renders de interesantes productos (como el mando para iPhones de la imagen superior) que Power Play tenía planificado sacar a la venta, y que ahora ya nunca existirán.